Para Matías, Ignacio, Julián, Imanol y Antonio, con
toda la alegría y ternura de un padre y abuelo feliz
Solo fue necesario que Imanol sentenciara “jugamos los jóvenes contra los viejos”1 para que cada uno ocupara su lugar en el campo de juego.
El picadito inusual, intenso, divertido y a cara de perro, no quedó registrado, no veremos ni videos ni fotos de ese momento único. Sin embargo, tengo la más absoluta certeza que sus imágenes y todo lo que captaron nuestros sentidos en esa media hora, han de quedar alojados para siempre entre los más lindos recuerdos de quienes corrimos detrás de la pelota.
La canchita, sin límites precisos, mostraba el arco de los más chicos, pequeño, de caños y provisto de red enfrentado al de los veteranos: el metro y medio existente entre un par de crocs envueltas en un buzo y el tronco debilucho de una planta muy joven.
Algunos de los particulares datos que surgen del evento informan que el equipo de los jóvenes sumó entre sus integrantes cuarenta y un años de edad mientras el de los viejos acumuló ciento sesenta y cinco. El más chiquito entre los jóvenes llega a los seis añitos, apenas sesenta y ocho menos que los que exhibe su abuelo, el más viejo entre los otros “viejos”. Compartimos, además de un único apellido, la inmensa fortuna de un corazón intensamente rojiblanco.
Entre los dos equipos es posible encontrar un abuelo, tres padres, cinco hijos, dos nietos, tres hermanos, tres tíos, cuatro sobrinos y dos primos (contando -únicamente y de manera exclusiva- los parentescos que existen en el grupo). Una verdadera curiosidad matemática si tenemos en cuenta que la suma total arroja veintitrés, aunque por cada lado solo han jugado tres.
Al alcanzarse el empate en cinco, anocheciendo ya y con poco aire y muchas menos piernas, los viejos decretamos el final del encuentro. “Uhhh”….”Nooooo”…protestaron los jóvenes. Era una decisión inapelable: a ese partido histórico no le calzaba y mucho menos merecía que pudiera caberle otro resultado.
Si una sola postal pudiera pintar lo que vivimos este primer día del 2024, me quedo con la cara transpirada y exultante de Antonio, camiseta del Pincha, cachetes colorados y puños apretados festejando su gol. El más chiquito entre los jugadores acaba de convertir el penal con un disparo de zurda cruzado, fuerte y alto, doblegando la pobre, inútil y casi ridícula resistencia del mayor de los viejos, su abuelo.
Final de abrazos, besos y risas con ganas. Una manera distinta, una forma impensada -espontánea y hermosa- de comenzar en comunión el año.
- Los jóvenes: Julián(18), el menor de mis hijos, e Imanol(17) y Antonio(6), mis nietos. Los viejos: Matías(48) e Ignacio(43), los dos mayores de mis cuatro hijos, y yo(74).
Jajajja qué hermoso!! Puedo dar testimonio que volviste a casa con una sonrisa dibujada en la cara, feliz!
Se dio en forma absolutamente espontánea y fue algo para mi, mucho más que impensado. Terminamos muy contentos los seis, súper felices!!!
Feliz Año Nuevo… esto si que es un espejo de lo que éstas tres palabras se mostraban en tu realidad empírica!!!
QUE TENGAS MUCHOS NUEVOS MOMENTOS EN ESTE NUEVO AÑO..
Gracias Sara!!!
Conoces exactamente el sentido que tienen para mi esas tres palabras.
Felicidades para vos también en este año que arranca.
Buenísimo !! No sobró ni faltó nada. “Justito” diría Cañete…
Me alegro por uds y por esa ”hermosa manera de comenzar en comunión el año”. Buen 2024!!!
Esto sí que ha sido un hito, Raúl. No dejo de sorprenderme nunca con estos momentos impensados que colorean nuestra vida y siembran los más lindos recuerdos.
Abrazo inmenso!!!!
Tremendo relato de pasión y amor, qué bueno Alberto disfrutar de semejante regalo de la vida con hijos y nietos. Un privilegio merecido. Abrazo grande para todos y buen año.
Gracias querido Adrián!!! Ustedes (vos y tus hermanos) son siempre ejemplo para mí de disfrutar la vida rodeados de afectos.
El mejor de los años!!!!
Qué bueno, Alberto…
Qué bueno que las cinco ramas del árbol genealógico hayan accedido a jugar junto al tronco -y no te digo “tronco” en sentido futbolístico sino genético-, para comenzar así el año de manera diferente y muy especial.
A fuerza de transpiración, mosquitos y algunos dolores que persistirán varios días, han construido un recuerdo inolvidable.
Inolvidable para el tronco y también para las ramas, no lo dudes.
Abrazo fuerte, tronco…
Jajajaja!!!
Sos un capo Dickie!!!!
tus devoluciones siempre me sorprenden, mezclan humor y emociones en las dosis más justas
Abrazo grande y todo lo mejor para ustedes en el año que empieza
Las cosas simples de la vida…que mas se puede pedir… ???
y cuando son espontaneas mas aun !!!
Los Felicito !!!asi hay que empezar el año, en comunión, con abrazos y risas …y muy pero muy felices !!!
Gracias Negrita querida!!!
Gracias por estar siempre!!!
Cariño inmenso para vos y los tuyos
Todo muy original. Trato de imaginar la alegría que flotaria en el ambiente. Será un recuerdo inolvidable. Un abrazo. Tony.
Es como lo expresás Tony, será un recuerdo inolvidable.
Creo que esa certeza me empujó a escribirlo.
Abrazo grande y muchas felicidades para vos!!!
Pucha!! Me perdí ese «picadito», aunque ahora me pregunto de que lado se hubieran sumado mis jóvenes 41 años, arañando mas vale los 42; tal vez, hubiera sido un relevo necesario para el equipo centenario, ja ja!
En fin, contras de vivir a 1200 kms de distancia pero con la ventaja de aprender a extrañar y así llevarlos conmigo siempre muy cerquita en mi corazón.
Me hace feliz que la vida finalmente nos vaya sorprendiendo con estos instantes que acaban convirtiéndose en verdaderos tesoros para el alma, conmigo o «sin migo»!! Ja ja ja.-
Abrazo inmenso, papá!
Hermosa devolución Lucía, no te aflijas, estuviste con nosotros ayer!!!
Por suerte los años, además de achaques, nos traen la recompensa de atesorar recuerdos que alimentan al alma.
Beso inmenso para vos y todo lo mejor en 2024
Excelente comienzo de año y relato. Abrazo grande y Feliz 2024 para todos ustedes!!!
Gracias Rodo, los mismos deseos para vos en este año que empieza!!!!
Buenisimo Alberto! Un relato divertido, sorprendente, ingenioso, hermosamente familiar que me trajo recuerdos de otros tiempos y picones . Feliz 2024 ! Abrazo.
Querido Oscar, hemos compartido decenas o centenas de picones en las canchitas del viejo Nacional, en nuestra adolescencia. Cuantas anécdotas guardamos de esos días mientras tejíamos esta linda amistad que nos une desde toda la vida.
Valoro mucho tu respuesta!!!
Felicidades para ustedes también, nos veremos muy pronto!!!
Que hermoso relato querido amigo! Nos hiciste entrar en el «picadito» de las verdaderas emociones de la vida. Que lindo regalo de la vida. Divino, te lo mereces. Feliz 2024 a toda la familia.
Cuántos picaditos amenizaron nuestra residencia, no es cierto Paia?
Éste, impensado, espontáneo, especial, me devolvió las juveniles alegrías de aquellos y, mucho más importante, un momento de intensa conexión con mis hijos y nietos
Felicidades para ustedes también, queridísimo amigo!!!!
Qué lindo comienzo de año, con varias generaciones familiares entrelazadas y una pasión en común! Reboza alegría, muy bien comunicada!!
Feliz 2024 para vos Alberto y familia!
Qué alegría encontrar tu devolución!!!
Felicidades para vos y los tuyos Mariela!!!
Esperemos reencontrarnos pronto, hemos formado un grupo de amigos de la adolescencia que es fantástico.
Cariño grande para vos!!!
Albert querido! Una vez más.. que bello relato..y divertido…tal cuál quedará grabado el picadito en cada uno, con una versión especial …un placer siempre leerte! FER
Que quede en el recuerdo familiar es lo que me impulsó a escribirlo.
Son los momentos mágicos que quedan en el alma.
El mejor año para ustedes, querida Fer!!!