En la pandemia los enanos
Un tanto preocupado por la duración del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (en Argentina, como corresponde a todo país familiero y canchero, ya la llamamos ASPO) al que nos vemos sometidos, decidí consultar en la RAE los posibles alcances de la bendita cuarentena.
De acuerdo con una de las acepciones que la Academia le destina al término, se designa así a un período de cuarenta días, meses o años. Pareciera, a tenor de lo que nuestros dirigentes vienen pregonando («la cuarentena se levantará cuando cumplamos veintiún días sin ningún contagio«), que ya estaríamos en situación de comenzar a evaluar la segunda variante. La primera hace rato que ha pasado de largo y si sucede que el destino nos tiene reservada la tercera, tranquilos, nuestros nietos, para entonces, pasearan acompañados por los propios, a través de toda la galaxia, tripulando sus propias Starships.
Como quiera que sea y al margen de dudas que no nos llevan a ninguna parte y mucho menos que menos nos alivian, esta pandemia nos está aportando, por otro lado, alguna certeza.
Todos hemos conocido, cuando niños, a esos chicos/chicas que presumían de saberlo todo, esos insufribles que alborotaban cualquier curso y le rompían la “paciencia” al resto agitando sus brazos en forma permanente mientras no paraban de gritar: “¡yo, señorita!, ¡yo, señorita!”.
¿Qué ha sido de aquellos pequeños martirizadores de escrotos y albugíneas?
En un país repleto –cada vez más– de agentes de la Administración –y como fruto de la infalible ley de las probabilidades– muchos de estos proyectos de trepadores han logrado, finalmente, un lugar destacado. La obsecuencia los cría y el viento los amontona. Sus resultados aparecen así –en forma descarnada y cotidiana– ante nuestros ojos.
Hemos sido testigos, hemos leído y escuchado, nos han comentado en estos últimos meses, los discursos más soporíferos y disparatados. Plagados de furcios, datos inexactos, gráficos abstrusos e ininteligibles y teorías sacadas vaya uno a saber de qué manual, casi no han dejado pavada ni grotesco por reproducir. Delirantes e hilarantes, si no fuera que la cosa es tan seria.
Para colmo, pareciera que hemos quedado, como nunca, a merced de burócratas que, en el campo yermo, encuentran espacio y libertad para experimentar. Todos los días nos desayunamos con nuevos protocolos (a diario se crean de a cientos y no hay conversación válida que no mencione alguno), a cuál más extravagante, más caprichoso, más injusto o más complicado. El de hoy –sin fecha de vencimiento– durará solo hoy y reemplaza al de ayer, que –a lo sumo– durará hasta mañana, cuando un nuevo esperpento aparezca en el horizonte, con el pecho inflado…, solo por veinticuatro horas.
Es conocida aquella definición de Napoleón (que siempre sufrió burlas por su baja estatura) de que la inteligencia de un hombre debía medirse por la altura, no la de su cuerpo y sí la de su frente. Duele comprobar que, en estos tiempos de modernidad líquida, unos pocos enanos mentales sean suficientes para empelotar tanto las cosas y complicar muchísimo el esfuerzo y sacrificio de muchos laburantes bienintencionados.
Nota: Hay enanos de todas las clases, los hay en el sector privado y también en el público. Son estos últimos, de manera especial, los que le complican la vida a medio mundo con sus creaciones. En cuanto a quiénes son los enanos, les confieso, carezco de protocolos para dilucidarlo (vale la pena aclarar, no obstante, que soy orgulloso esposo y padre de funcionarios públicos). Esa elección quedará librada al gusto de cada uno, al que le quepa el sayo, que se lo ponga.
Excelente como siempre
Qué razón tienes !!!!
Estoy harto de tanto improvisado, falto de ideas y con ganas de hacerse notar. Gracias por tu devolución Amalia. Cariños desde este otro lado del mundo!!
Excelente!! Como es tu costumbre. Un abrazo Alberto.
Gracias Griselda. Un gusto tenerte entre mis lectores. Abrazo grande!!!
Espectacular amigo!! Y cuando los enanos se creen de 1,90 cm peor aún.
Abrazo!!
Gracias Marcelo!!!
Abrazo grande para ustedes!!!
HACE COMO UNA SEMANA Q PASE SIN.LEER!!!!CREO QUE VENGO ATRASADA TAMBIEN EN TODAS LAS MARCHAS Y CONTRA MARCHAS Y EN LAS INCIPIENTES GUERRAS CIVILES ENTRE CPITAL VS PROV…ESTAMOS ATRAPADOS..OJALA PODAMOS DAR EL GRITO A LA MANERA DE JACK NIKOLSON Y TENGAMOS UNA SALIDA…..
Una salida ya cotiza en bolsa. Lo más preocupante, me parece, es que dejemos de afligirnos por ello y olvidemos qué es una salida, mucho peor aún, cómo se siente un abrazo, un café o un mate compartido con los que queremos. Me uniría con ganas a ese grito bien Nikolsoniano!!!!