Ya son muchos meses, quizás hablemos de años. Empezó como una dolencia pasajera, molesta, desagradable, pero nada que uno no supusiera que desaparecería en unos días, pastilleo mediante. Pero no, ella se sintió a gusto, cómoda, se aquerenció, decidió acompañarme, pegarse a mí. Y así vamos ahora por la vida, nos hicimos amigos, mucho más que eso, somos una pareja. Hay momentos en que me mortifica, sufro, su molesta presencia me impide conectarme con otros, frecuentar los lugares que amaba, estar con los grupos que me divertían (ya casi he olvidado el golf). En otros, a contrario sensu, la escucho como quién escucha llover, no le llevo el apunte. He intentado de todo: analgésicos de los que se les ocurran, en crema, por boca, inyectables, en supositorios, con y sin corticoides…gimnasia, rehabilitación, RPG, masajes viandanga, medicina ayurveda, digitopuntura, osteopatía, y ella como si nada, cagándose de risa y cada vez más aferrada a mi  espinaso. TREMENDA HIJA DE PUTA LA LUMBALGIA!!!
Y si probás cannavis, me sugirieron al pasar. No pierdo nada en el intento, pensé. No les voy a decir que estoy curado, que mis dolores desaparecieron, nada que ver aun pero, y en esto coincidimos con Kiki, algunos sutiles cambios empiezan a mostrarse …